viernes, 30 de agosto de 2013

Gran Solemnidad en los Cultos de Nuestra Señora.



Con gran fervor y solemnidad, se desarrollaron los cultos a la Inmaculada y Divina Pastora de nuestras almas. Durante la pasada Octava de la Gloriosa Asunción, La Virgen se encontraba entronizada fuera de su camarín, presidiendo un tradicional "risco" y estrenando para la ocasión, puños de bolillos realizados y donados por dos hermanos del Redil, una mantilla y el sombrero, donados también por otros dos hermanos.

El Triduo, que recuperó la antigua fórmula del Rezo de la Corona Seráfica, y posterior Exposición del Santísimo, con Ejercicio del Triduo, Evangelio, Predicación, Bendición y Reserva, fue un edificante camino de adoración a Jesús Sacramentado y de fervor a la Santísima Virgen, hacia la Solemne Función que se celebró el día de Santa María Reina.

Durante los días del triduo, predicados respectivamente por el R.P.D. Pascual Saturio Prior de los Dominicos, que exortó y animó al Redil en la noble tarea de recuperar esta histórica devoción gaditana, también el R. P.D. Pedro Rodríguez Vicario de Santa Cruz y Merced, nos alentó en el amor a Nuestra Señora a través de la doctrina Cristiana, y por último el Protector Espiritual del Redil el M.I.Sr. D. Jesús J. García quién se dirigió especialmente a los diecinueve nuevos hermanos que recibieron la medalla del Redil en el último día del triduo. Los dos sacerdotes presidentes, visten ya la medalla de la Virgen como "Hermanos de Gracia" de la Divina Pastora. Así mismo durante los tres días animaron con sus cantos e instrumentos tres hermanos del Redil, Daniel, Anabel y Carlos, a los cuales también agradecemos su generosa participación.



Como colofón de estos cultos el día 22 de agosto, Festividad de la Realeza de María tuvo lugar la Solemne Función Principal amenizada espectacularmente por la coral isleña "Logar de la Puente", quienes demostraron cariño y buen gusto al entonar todos sus cantos. Presidida la celebración por el antedicho Protector quien vistió la casulla de oro y sedas perteneciente a la Archicofradía. La procesión de entrada se realizó desde el exterior del templo con el Simpecado Rojo acompañado por hachetas o codales. Al Ofertorio se realizó la Solemne Protestación de Fe y se renovó fidelidad al Credo de la Iglesia y los Dogmas de Nuestra Señora, especialmente el de la Inmaculada Concepción.


Unos grandiosos cultos en los que tras más de medio siglo, la Divina Pastora recuperó la Gloria de tantos meses de de agosto en ese Santuario Primero de la Cristiandad con el Título amabilísimo de PASTORA.
Damos infinitamente las Gracias a Dios por haber recuperado esta Gloria suya a través de su Madre Santísima.


SALVE MARÍA, REINA Y SEÑORA, DULCE PASTORA DEL PECADOR.


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